La anorexia
En esta época del año muchos jóvenes muestran una mayor preocupación por su cuerpo. La ropa de verano, la proximidad de las vacaciones, la piscina, aparecen como los motivos que justifican apuntarse al gimnasio o comenzar dietas que permitan acercarse al cuerpo ideal. Y muchas familias se preocupan tratando de distinguir entre un comportamiento normal o algo que anuncie la presencia de un problema.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha clasificado la anorexia como un trastorno mental y del comportamiento. Por lo tanto podemos afirmar que cuando aparece el trastorno alimentario, se han producido con anterioridad situaciones que no se han detectado como problemáticas, ya sea por pensar que eran “cosas de carácter” o, simplemente, situaciones propias de la edad.
Si bien se ha ampliado el espectro de edad, y ya aparecen varones con este trastorno, la prevalencia sigue siendo mucho mayor entre chicas de 12 a 17 años, como edad de aparición. Por eso en esas edades no es raro que observemos un miedo a madurar. Al ser un trastorno que se manifiesta fundamentalmente en la adolescencia, momento en el que se producen muchos cambios, tanto físicos como de situación: instituto, decisiones acerca de los estudios, primeras relaciones amorosas, sabemos que es normal que el joven manifieste inseguridad, que diga que preferiría no crecer, o rechace la menstruación.
Hay chicas que ya han presentado un alto nivel de exigencia, que no se satisface nunca, con una baja autoestima. Quiero decir, si estudio mucho y no saco una nota alta, no significa que el examen era difícil, o me puse nerviosa, sino que soy tonta. Frente a la realidad que no se puede controlar, se genera la fantasía de poder controlar el cuerpo.
Cuando a la familia le parece que existe el problema, tenemos que saber que ya hace un tiempo que existe. No comer una cena, reducir el consumo de grasas, dejar las gaseosas, son situaciones que pasan desapercibidas. Es su repetición lo que nos permite detectarlas. Así como los temas de conversación: de pronto todo gira en torno al aspecto, el ejercicio. Actividades que antes se compartían, comienzan a realizarse en la soledad del cuerpo: da igual que se trate de la tabla de gimnasia que la comida.
Eso nos permite comprender que la joven sabe que su conducta es, como mínimo, “rara”, porque trata de ocultarla.
Por eso se trata, en primer lugar, de saber que no hay castigo que las haga cambiar, ni razonamiento que compartir.
La anorexia es un trastorno que afecta la vida de toda la familia, y son todos, junto a los afectados directamente, los que deben participar del tratamiento.
Calle Maestro Estremiana 14, 50006 Zaragoza, España
|
+34 659.09.10.60
Copyright © Todos los derechos reservados
Aviso Legal ·
Política de Privacidad
web desarrollada por Dooblix